Las revoluciones industriales
Desde hace ya mucho tiempo y dados los avances tecnológicos, se mantiene vigente, la discusión sobre el impacto que puedan tener las máquinas en los puestos de trabajo.
Previamente a la primera revolución industrial, todos los trabajos de producción y consumo eran realizados en su mayoría por trabajadores. Estos, hacían uso de herramientas para el desempeño de su labor; instrumentos cuyo buen uso y eficacia dependía de la habilidad de la persona que las portase.
Aparecieron entonces las máquinas. En realidad, ya se contaba con ellas, pero fue cuando se comenzaron a introducir en procesos de producción; concretamente, en la industria textil y siderúrgica. Daba comienzo la primera revolución industrial.
Ahora nos encontramos a las puertas de la cuarta…
Trabajador o máquina
Sin ahondar en el futuro, el cual puede verse igualmente de forma esperanzadora o siniestra; lo cierto es que, a día de hoy la inmensa mayoría de procesos industriales los realizan máquinas. Y no sólo en la industria, en casi todos los aspectos de la vida. Y es “lógico”. Un mundo que se mueve únicamente por intereses económicos, siempre buscará la eficiencia y, sobre todo, minimizar los costes o maximizar los beneficios.
Afortunadamente, sigue habiendo trabajos que no es posible ser realizados por máquinas: La delicadeza de la mano humana, la creatividad, la minuciosidad, entre otras; y por supuesto, el mantenimiento y vigilancia de las susodichas máquinas.
Lo cierto es que el trabajador siempre ha tenido pánico a las máquinas como competencia directa de su puesto de trabajo.
Seguridad-conserjería-limpieza: Trabajador y máquina.
En muchos ámbitos, el trabajador sigue teniendo su cabida. En otros, ha sido sustituido por completo. Veremos cuál es el futuro que nos depara la cuarta revolución industrial, cuando se desarrolle por completo la inteligencia artificial. Mamaíta mía, que miedo…
En los sectores en los que opera Urbisegur: servicios de seguridad-conserjería-limpieza; vemos el futuro con esperanza. Afortunadamente, nuestro trabajo no puede ser paradigma de la sustitución de los trabajadores por las máquinas.
Los avances tecnológicos, nos dotan todos los días con máquinas y dispositivos que hacen más efectiva nuestra labor; pero seguimos priorizando el toque, el detalle y dedicación que sólo un trabajador humano puede ofrecerle.
En servicios de seguridad–conserjería–limpieza, el trabajador sigue siendo el protagonista. La máquina no es más que el complemento ideal para realizar un trabajo óptimo.