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Nos gusta el Trabajo bien hecho

Por 11 abril, 2018 Sin comentarios
Trabajo bien hecho

Trabajo

Corta y escueta palabra que significa muchas cosas.

Se podría decir de ella que es una magnitud física escalar, expresada en unidades de energía, medida en julios (en el Sistema Internacional de Unidades, claro) y que es producto de la fuerza por la distancia.

También se podría decir que es un esfuerzo humano aplicado a la producción de riqueza, o el lugar donde se trabaja, o una ocupación retribuida, o cualquier cosa que es el resultado de la actividad humana, o que usado en plural puede significar penalidad, molestia o suceso infeliz. Y cómo no, seguramente se podría decir el clásico: trabajo es la acción y efecto de trabajar.

Tiene guasa también el significado etimológico de su infinitivo. Trabajar proviene del latín popular, de la palabra tripalliare y que significa atormentar, torturar.

Trabajo. Corta y escueta palabra.

Un trabajo bien hecho

Más allá de etimologías y significados de diccionarios, trabajo es una palabra que cada cual matiza internamente dependiendo de la relación que la vida le haya otorgado con ella. No pocas personas entenderán la palabra como una bendición, al igual que no pocas la verán como tormento.

Según una de las acepciones del diccionario, el trabajo es cualquier cosa que sea el resultado de la actividad humana. Podríamos afirmar, entonces, que todo es trabajo. Sabemos de sobra que levantarse por la mañana lo es, pero cualquier otra actividad que desarrollemos; remunerada o no, útil o no, medible o no, es trabajo.

Más allá de otras disquisiciones, el trabajo por definición ha de hacerse bien. La finalidad no escrita de cualquier aspecto de nuestra actividad es hacer bien las cosas. Nos gusta vivir, nos gusta el trabajo y nos gusta bien hecho. El realizado con ganas y buenas energías. En el que se afrontan los inconvenientes con valentía, pero con templanza. El trabajo bien hecho es aquel en el que uno pone pasión, corazón y alma.

Trabajo. Una palabra interesante. Una palabra que por exceso o por defecto, nos trae siempre cabeza abajo. Qué difícil es encontrar el equilibrio con ella.

Y aunque trabajo, no es más que trabajo, suena mucho mejor si lo acabas con “bien hecho”.

Así nos gusta a nosotros, por lo menos…